Colombia tuvo en los últimos 150 años unos empresarios visionarios, audaces y capaces de ejecutar excelentes estrategias. Hoy es hora de volver a esas raíces.
Hay muchas razones para estudiar la historia de nuestras empresas, pero una de ellas es más importante que las demás: porque da gusto hacerlo. La sensación se parece al placer que sentimos cuando nos cae en las manos una buena noticia. Los elementos están ahí, con personajes de carácter fuerte y bien marcado, episodios impredecibles y arriesgados, la fortuna que a veces acoge a los protagonistas y otras los abandona, la sorpresa que espera a la vuelta de cada página. Esto se lee como una novela, pero con el placer adicional de saber que ocurrió de verdad y que, además, es nuestra propia historia. Hay un poderoso atractivo más: y es que no podemos adivinar el final.
Hay más razones para estudiar la historia empresarial, y es claro que en el pasado están las claves de nuestra identidad. En un momento como el actual, cuando la globalización se levanta como una gran ola que amenaza con homogeneizarlo todo, una mirada a la historia empresarial colombiana muestra que este país tiene unas raíces profundas de trabajo, capacidad gestora e imaginación, de las cuales nos debemos sentir orgullosos y a las que debemos volver. Los empresarios colombianos y los inmigrantes que han construido en el país, han sido capaces de levantar empresas después de haber resistido las circunstancias más difíciles. Ejemplo de este es Chaid Neme, que vivió un duro fracaso en una empresa de transporte de carga por el río Magdalena (a la cual él mismo se refería como el Titanic); hasta Colombina, que soportó primero una inundación de su planta y luego un incendio; para llegar a hombres como Pedro Gómez, que estuvo prácticamente quebrado después de haber sido el gran innovador de la construcción en el país, los empresarios colombianos han demostrado el coraje necesario para sobreponerse a la adversidad. Ese espíritu es uno de los grandes activos que pujan la economía de nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario